Anoche. En mi primera cita a solas con el pequeño saltamontes. ( Ni bebí mucho y menos me fumé un porro )
1ª Paranoia
Odio que alguien que me gusta diga que tiene frío. Ni siquiera que lo sugiera. Sobretodo que se utilice como recurso socorrido a una situación tensa para llenar un silencio. Porque eso lo hace más tenso aún. Miles de preguntas me asaltan, yo que siempre me interrogo. ¿Lo habrás dicho por algo? ¿ Querrá que la abrace, que le de calor? ¿ o solo lo ha dicho por que en realidad tiene frío?
2ª Paranoia
Aun no se como salimos del parking. Dejamos el coche junto a la biblioteca, en el parking new por que estaba lloviendo y después de media hora dando vueltas intentando encontrar un sitio donde aparcar, decidí llevarlo allí aunque me sacaran los cuartos - a veces puedo salir mas caro que una noche de juerga -. Lo extraño sucedió a la vuelta, porque no encontrábamos la salida. Y no estaba borracha, cinco vueltas dimos y nada. Llegue hasta pensar que el parking lo cerraban por noche y que por eso no encontraba la salida, era absurdo. Seguimos las flechas y nada, vuelta al principio. Al final no sé ni cómo, os aseguro que hice lo mismo que había hecho las otras 4 vueltas. El caso es que esta vez si acabamos en la salida. He de volver y hacer la misma operación en otra ocasión y de día para intentar comprender que fue lo que ocurrió.
3ª paranoia.
Ya a la vuelta por la carretera llovía a cantaros. Yo he oído decir algunas veces eso de que “Llovieron ranas” .Yo no se si cayeron del cielo, lo que si se, es que anoche por el camino a casa vi seis pequeñitas por lo menos, casi más ranas que las que haya podido ver en mi vida. La explicación lógica que le doy, es que con la lluvia o el granizo al caer en las acequias estas se asusten y salten tratando de refugiarse. Por que vamos, que yo del cielo no las vi caer, pero que vi una pila si que es cierto.
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