07 agosto 2007

Summer wine. (Gracias por regalarnos esta canción).









Lee Hazlewood
(1928-2007), disc-jockey, productor musical, compositor y cantante, fallecía el pasado sábado en Las Vegas. En el momento de su muerte Lee Hazlewood sumaba 78 años.



Famoso para las mayorías por ser el cerebro musical que modeló el éxito de Nancy Sinatra al ritmo de canciones tan clásicas como “These Boots Are Made For Walkin” y “Some Velvet Morning” (popularizadas por Nancy Sinatra), y autor de culto para buena parte de la intelligentsia underground (sus canciones han sido interpretadas por Nick Cave, Megadeth, Primal Scream, Einstürzende Neubauten, Lydia Lunch, Lambchop, Calexico, Saint Etienne, Tindersticks o Calvin Johnson, entre otros) gracias a notables álbumes como “Trouble Is a Lonesone Town” (1963), “The Very Special World Of Lee Hazlewood” (1966), “Cowboy In Sweden” (1970) o “Requien for an Almost Lady” (1971), Hazlewood fallecía el pasado sábado en Las Vegas poniendo así fin a la batalla que libraba contra el cáncer de riñón que le fue diagnosticado a finales de 2005, enfermedad que no le disuadió de editar un último trabajo, “Cake Or Death” (Ever, 06), el pasado año.

Descanse en paz.




05 agosto 2007



¿LAS OYES...?


¿Las oyes cómo piden realidades,
ellas, desmelenadas, fieras,
ellas, las sombras que los dos forjamos
en este inmenso lecho de distancias?
Cansadas ya de infinitud, de tiempo
sin medida, de anónimo, heridas
por una gran nostalgia de materia,
piden límites, días, nombres.
No pueden
vivir así ya más; están al borde
del morir de las sombras que es la nada.
Acude, ven conmigo.
Tiende tus manos, tiéndeles tu cuerpo.
Los dos les buscaremos
un color, una fecha, un pecho, un sol.
Que descansen en ti, se tú su carne.
¡Se calmará su enorme ansia errante,
mientras las estrechamos
ávidamente entre los cuerpos nuestros
donde encuentran su pasto y su reposo.
Adormirán al fin en nuestro sueño
abrazado, abrazadas. Y así luego,
al separarnos, al nutrirnos sólo
de sombras, entre lejos,
ellas
tendrán recuerdos ya, tendrán pasado
de carne y hueso,
el tiempo que vivieron en nosotros.
Y su afanoso sueño
de sombras, otra vez, será el retorno
a esta corporeidad mortal y rosa
donde el amor inventa su infinito.


P. Salinas





La ISLA DE LAS FLORES

03 agosto 2007



LOS CELOS SABEN MÁS QUE LA VERDAD
G. García Márquez.